La vida no es fácil, y encima la podemos hacer peor

por Abel Marín
vida es difícil

Hace unos días, conversé con un psicólogo de 71 años, un tipo con más kilómetros de vida y consulta que muchos de los gurús que te venden felicidad en cápsulas de 59 segundos. Alguien que ha visto de todo y ha escuchado más aún. En un momento de la charla, le solté la pregunta que tantas veces oigo en boca de los optimistas profesionales:

— ¿Es difícil la vida humana?

Y los dos llegamos a la misma conclusión, sin dudarlo un segundo: sí, la vida es jodidamente difícil.

Es dura. Es injusta. Es impredecible. Y no, no es porque “nos la compliquemos” ni porque nos falte «fluir». Es porque la vida es así: no pide permiso para golpearte, no se adapta a lo que crees que mereces y, encima, tiene la mala costumbre de cobrarnos todas y cada una de nuestras cagadas.

Sí, hay momentos maravillosos. Claro que sí. Pero no nos engañemos: la existencia es una cuerda floja donde cada decisión cuenta. Cada error tiene consecuencias. Cada estupidez que cometemos nos pasa factura. Y muchas veces, la vida no es dura porque sí, sino porque la hacemos aún peor con nuestra propia torpeza.

Las consecuencias de la estupidez no son opcionales

Nos encanta pensar que los errores son solo parte del aprendizaje, que todo tiene solución, que siempre hay segundas oportunidades. Y sí, a veces es cierto. Pero otras veces no.

Otras veces, un error te arruina la vida.

  • Elegiste mal a la pareja y te encuentras en una relación que te consume.
  • Firmaste un contrato sin leerlo y ahora estás atrapado en una hipoteca de por vida.
  • No ahorraste cuando pudiste y te encuentras sin recursos cuando más los necesitas.
  • No cuidaste tu salud y ahora el médico te da noticias que no querías oír.

Los errores tienen un precio, y la vida no siempre te deja corregirlos. No es un videojuego con reinicio automático. No es una película donde el protagonista siempre sale ileso. Lo que decides, o lo que ignoras, te define. Y muchas veces, la peor desgracia no es la que viene del azar, sino la que uno mismo se busca.

La trampa del pensamiento mágico: la mentira que nos contamos

Hoy nos repiten que “la vida es cuestión de actitud”, que “todo se puede si lo deseas con fuerza”, que “los errores no existen, solo lecciones”. Mentira.

No todo se puede. No todo tiene arreglo. Y hay errores que te dejan fuera de juego para siempre.

Pero nos encanta aferrarnos a esas frases de galleta de la fortuna, porque aceptarlas nos exonera de responsabilidad. Nos hace creer que las decisiones no importan, que el destino nos protegerá, que si nos equivocamos, alguien vendrá a salvarnos.

Y así nos va.

La realidad es que la vida no perdona la estupidez. Puedes ser optimista, puedes tener actitud positiva, puedes meditar todas las mañanas con un café matcha. Pero si tomas malas decisiones, tarde o temprano lo pagarás.

Las tácticas ayudan, pero no hacen milagros

El psicólogo con el que hablé lo tiene claro: las herramientas psicológicas pueden ayudarte a sobrevivir a la dureza de la vida, pero no la hacen fácil.

— La disciplina ayuda.
— La terapia ayuda.
— El sentido del humor ayuda.
— La fortaleza mental ayuda.

Pero nada de eso te libra de la consecuencia de tus propios errores.vida es difícil

Porque si te empeñas en no pensar, en no informarte, en no prepararte, en no aprender, en dejarte llevar por la comodidad, entonces no es que la vida sea difícil: es que la estás haciendo aún más difícil por pura negligencia.

Aceptar la realidad: la única forma de no ser víctima de la vida (ni de uno mismo)

Lo peor que puedes hacer en esta vida es creer que todo saldrá bien sin esfuerzo, que puedes equivocarte sin consecuencias, que la suerte te debe algo. No te debe nada.

Puedes vivir de forma inteligente o puedes vivir de forma estúpida. Y la diferencia entre ambas se mide en sufrimiento.

Decía Sócrates: 

No la vida, sino la buena vida, es lo que debe ser más valorado

Ergo, sabía que la vida podía ser muy mala, y él apostó por la reflexión hasta el punto de afirmar

Una vida que no ha sido examinada no merece ser vivida

La vida es difícil, pero puede ser infernal si la vives como un idiota

No, la vida no es fácil. No lo ha sido nunca. Pero el verdadero drama no es ese. El verdadero drama es que muchos la convierten en una tragedia innecesaria con sus propias acciones.

Porque los golpes inesperados no los podemos evitar. Pero los que nos damos por pura irresponsabilidad, esos sí. no hacerlo es una elección.

Así que más vale aprender cuanto antes que la vida es una batalla donde cada decisión cuenta. Que cada error tiene un precio. Que el pensamiento mágico solo sirve para engañarnos.

Porque al final, la vida te enseña a las malas lo que no quisiste aprender a las buenas, lo dicho de otra manera: te pastaste del listo.

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