SUPERSTICIÓN PROFESIONAL Y EMPRESARIAL

por Abel Marín

La connotación mágica o mística que para la sociedad tiene el término «superstición» nos hace perder de vista que afecta, y mucho, al ámbito profesional y empresarial.

La definición que más me gusta es la que José Antonio Marina expresa en su libro La Inteligencia fracasada, y dice así:

“Una superstición es etimológicamente la supervivencia de una creencia muerta, desbaratada, injustificable, pero que sigue influyendo en un sujeto que con frecuencia trata de justificar, si no la creencia, al menos su aceptación.”

No sé a ustedes, pero de tanto en tanto, en una conversación comercial, profesional de confianza, la persona me pregunta “qué signo zodiacal eres”.

Lo cierto es que no creo en ello, pero sé que millones de personas sí. Y sus comportamientos, también como clientes, directivos, mandos intermedios y gerentes, están influidos por dicha creencia. 

Pero ello, lo del horóscopo aún resultando anecdótico nos da pista de la debilidad intelectual de las personas en general. Y oigan ustedes, la mayoría de grandes mandatarios de la Historia han consultados a astrólogos y a todo tipo de videntes y pitonisas. Y estaban trabajando. No me quiero ni imaginar los que ahora mismo lo estarán haciendo, quizás con acceso a armas nucleares.

Pero vayamos a las supersticiones profesionales y empresariales.

La superstición puede afectar a un individuo como profesional, pero también toda una organización empresarial:

  • Sin experiencia no me darán el trabajo.
  • Para tener un buen empleo hace falta enchufe.
  • Soy demasiado mayor o joven para…
  • Vender es engañar o manipular.
  • El cliente siempre tiene la razón.

La respuesta como dice la canción de Sabina: «habrá unos que sí y otros que no»

Pero a nivel de la realidad, pensad en vuestro entorno o empresa, los mil y un hábitos, falsas creencias y manías que se procuran respetar como un acto litúrgico que nos protege de un terrible mal… ¿no serán supersticiones? Algunas será francamente graciosas.

Así como, en mi opinión, a nivel personal la superstición tiene algo de correlación con un  déficit intelectual, o al menos con un fallo cognitivo, del que en mayor o menor medida todos somos susceptibles de padecer.

La superstición a nivel profesional y empresarial además es reprochable la falta de rigor y la pereza de analizar los datos o resultados que sustentan ese relato. Repetir sin pensar, a modo de mantra, una absurdidad dicha y oída miles de veces.

Pensemos con valentía, una pequeña mejora puede significar un cambio de rumbo que nos lleve al objetivo deseado.

You may also like

Deja un Comentario

* Utilizando este formulario, aceptas que se queden guardados tus datos en esta web.