Recientemente, un nuevo contacto en LinkedIn me comentó que la plataforma le sugirió mi perfil, y decidió no contradecirla. Este comentario, aunque sencillo, me llevó a reflexionar sobre cómo nos dejamos guiar por las recomendaciones de las máquinas, sin cuestionar quién o qué está detrás de ellas.
La influencia de los algoritmos en nuestras decisiones
Vivimos en una era donde los algoritmos dictan nuestras interacciones, desde las amistades en RRSS hasta las noticias que consumimos. Estas sugerencias, aunque útiles, plantean preguntas sobre la influencia que ejercen en nuestras decisiones y percepciones.
Es intrigante cómo confiamos en estas recomendaciones sin considerar las posibles manipulaciones o sesgos inherentes. No se trata de juzgar si es bueno o malo, sino de reconocer que, al ceder el control a estas sugerencias, podríamos estar perdiendo parte de nuestra autonomía en la toma de decisiones.
Ahora bien, esto además produce varios efectos colaterales muy perniciosos. Uno de ellos es la retroalimentación te tu propias creencias, sin dar lugar a la reflexión, sino a la confirmación de tu postura, lo que produce una polarización que aprovechan los políticos para dividirnos.
¿A quién sirven estas tecnologías?
La respuesta es obvia: a sus propietarios. Las grandes empresas tecnológicas, conocidas como Big Tech, como Alphabet (Google), Amazon, Apple, Meta (Facebook) y Microsoft, son controladas por sus accionistas, entre los cuales se encuentran grandes fondos de inversión como BlackRock y Vanguard. Estos gigantes no solo dominan el sector tecnológico, sino que también tienen una influencia significativa en nuestras vidas diarias.
La importancia de invertir en el mercado de valores
Para los individuos, invertir en el mercado de valores ofrece la oportunidad de participar en el crecimiento y las ganancias de estas empresas. Al convertirnos en accionistas, nos beneficiamos de las mejoras y avances que estas compañías generan. Además, la inversión en bolsa permite diversificar nuestros ahorros y potencialmente obtener rendimientos significativos a largo plazo. Según Actinver, algunas ventajas de invertir en la bolsa incluyen el potencial de crecimiento, diversificación y generación de ingresos pasivos.
Es esencial ser conscientes de esta dinámica y cuestionar hasta qué punto permitimos que las máquinas influyan en nuestras vidas. Al mismo tiempo, al invertir en estas empresas, podemos obtener nuestra parte del pastel y alinearnos con las tendencias tecnológicas que moldean el futuro.
No es lo mismo ser un cero, que una millonésima. En el primer caso eres inexistente, en el segundo sólo insignificante, pero existes y de manejas en el sistema.
