Política tributaria ¿Debe, haber?

por Abel Marín

Obsérvese la coma que hay entre “debe” y “haber”, pues con el juego de palabras que quizás sólo me parece gracioso a mi, quiero traer a colación los conceptos del Debe y del Haber de toda contabilidad, que a la postre arroja un resultado de la cuenta de explotación, es decir, beneficios o pérdidas, lo que en términos de contabilidad pública viene a denominarse “déficit o superávit”, eufemismos en el lenguaje de los políticos cuando nos engañan sobre la política fiscal.

Ay, ¡qué pillines!, ¡qué costumbre la de los políticos (de todo el planeta Tierra) de no llamar las cosas por su nombre! … «Al pan, pan, y al vino, vino», prosperidad o ruina.

Bien, prosigamos.

Resulta que esas pérdidas cada año se van acumulando, y para poder hacer frente al gasto creciente se van pidiendo préstamos, lo que el ciudadano entendería mejor con la siguiente expresión: “ir tirando de tarjeta del crédito haciendo la bola cada vez más gorda”.

Si alguien osa decir que no le parece bien la aumentar la deuda y subir los impuestos, le hacen sentirse un miserable pues esa deuda es para poder tener sanidad y educación públicas. ¡Mentira cochina!, es justo al revés, y lo podéis ver con vuestros propios ojos.

Todos estamos deacuerdo con que el Estado debe garantizar la Sanidad y la Educación de calidad de forma universal.

Pues ahí tienen los presupuestos generales de Estado de 2023, en colorines para que hasta el más simple pueda valorar si le están contando un cuento o no. Aquí está en cifras:

Concepto o partida En millones de euros Porcentaje
Pensiones 190.687 40,18%
Otras prestaciones 22.300 4,70%
Desempleo 21.378 4,50%
Fomento del Empleo 8.029 1,69%
Sanidad 7.049 1,49%
servicios Sociales 7.162 1,51%
Educación 5.354 1,13%
Acceso a la Vivienda 3.472 0,73%
Cultura 1.804 0,38%
Transferencias a otras AAPP 66.457 14,00%
Deuda Pública 31.275 6,59%
Servicios de Carácter General 25.970 5,47%
Investigación y Desarrollo, Digitalización 16.328 3,44%
Infraestructuras 12.635 2,66%
Industria y Energía 11.606 2,45%
Agricultura, pesca y amilm 8.868 1,87%
Subvenciones al trasnporte 3.419 0,72%
Comercio Turismo PYMES 3.092 0,65%
Defensa 12.317 2,60%
Seguridad Ciudadana 10.719 2,26%
Política Exterior 2.426 0,51%
Justicia 2.291 0,48%
Total 474.638 100,00%

Todos sabemos que Educación y Sanidad son competencia de las Comunidades Autónomas, así que vamos a ser bien pensados y las transferencias a otras Administraciones Públicas, que van para las CCAA se destinan el 90% a Sanidad y Educación, lo cual supone 59.811 millones de euros y lo sumamos a los 14.403 del Estado.

Todo arroja la cifra de 74.424 millones de euros, el 15,64% del presupuesto. Digamos que la mitad para educación y la mitad para sanidad, un 7,5% para cada partida.

Bien, este año se presupuestó cuando los tipos de interés estaban bajísimos un coste de amortización de deuda pública de 31.259 millones de euros, un 6,59%.

Como tenemos una deuda de un billón y medio, cuando tengamos que pagar el 5% de interés, (el bono de EEUU está a más del 5,5%, en la anterior crisis Grecia pagó mas del 20%) ascenderá a la cifra de 75.000 millones anuales en intereses, más que la suma de todo el gasto en sanidad y educación.

Estar a favor del endeudamiento, del déficit público, del endeudamiento incesante es en realidad es estar en contra de la Sanidad y Educación Pública, y no al revés.

¿No creen que podríamos ajusta un 5% los gastos para tener una política fiscal razonable?

En 20 años tendríamos cero deuda, eso sí, muchos políticos y chiringuitos deberían dedicarse a actividades productivas, sí de esas para las que se necesita preparación, esfuerzo y resultados.

Pero claro, ¿cómo va a haber justicia si la partida de los presupuestos para Justicia es la última de la lista: 0,48%?

Y por cierto, quién controla que esos presupuestos se apliquen bien…, el Tribunal de Cuentas, otra historia de terror (ver).

 Piensen.

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