Choque de Realidad o Contradicción

por Abel Marín

Los autores George A. Miller, Karl H. Pribram, Eugene Galanter del libro «Planes y estructura de la conducta» manifestaban que les sorprendía la frecuencia con que la gente emprende planes contradictorios sin tener consciencia de que lo son.

Y el problema suele radicar en que en la mayoría de las ocasiones esos planes están en contradicción y se desarrollan de forma aislada. Es decir, sin conexión aparente entre ellos. Y por tanto, la persona no es capaz de advertir la contradicción en sus planes.

Desde fuera, quizás podemos ver claramente que una persona se está autosaboteando deliberadamente, pero ella misma no es capaz de verlo.

Yo mismo estoy en esa absurdidad de vida de contradicción.

Mi sueño era ser abogado y tener un bufete de abogados. He desarrollado mi plan y lo he logrado. Pero, desde hace un tiempo, anhelo una vida de paz y tranquilidad, sin estrés, compatible con una vida más saludable.

Uno de los dos planes debería cambiar:

  • o desear ser jardinero y tener una vida de cultivar la paciencia, o
  • ser abogado y tener una vida de ajetreo, lucha, estrés, éxitos y fracasos, trepidante.

Y como no lo cambio, actúo de forma estúpida, contradictoria. En mi defensa he de decir que la contradicción ha sido sobrevenida. Cosas de la edad.

Cómo se resuelve el dilema o contradicción

La mayoría de veces la contradicción de planes no se resuelve por nuestra decisión racional, sino por nuestra emoción. Con sufrimiento. Así que poco usamos la filosofía entendida como la costumbre de discurrir.

Paradójicamente, así es el proceso de aprendizaje: doloroso.

Entra en juego la jerarquía de valores, o de planes. Uno de los dos es más importante hoy, el de abogado, por tanto sacrifico mi anhelo de una vida tranquila… quizás la Divina Providencia me ilumine, lo cual veo difícil, o hasta que la salud me diga: ¡basta!, que desgraciadamente ya me ha dado varios avisos, claros y contundentes.

Pero hoy voy a centrarme en la contradicción nº 1: quiero ganar mucho sin esfuerzo.

Lo siento, eso no existe, o al menos para la gente corriente como yo es ciencia ficción.

Ya pasó esa fugaz moda de la gran dimisión. ¿Recordáis?

Esa falsa tendencia que los medios de comunicación nos hicieron creer. Una legión de personas, millones que habían tomado la decisión de abandonar su trabajos porque querían una vida mejor. Un mundo en que el dinero cae del cielo, y a raudales.

También parece que se ha tragado la tierra a esos miles de jóvenes que confiaron en que las criptomonedas y el bitcoin les harían ricos sin saber hacer la “o” con un canuto ni haber doblado el lomo en su aún corta vida.

Cunde la ilusión que venden ciertos Influencers de todo tipo de pelaje por YouTube, de que se puede disfrutar de la vida teletrabajando unas pocas horas al día, con un portátil, una website, desde una playa maravillosa o desde verdes praderas…. ¡sólo es cuestión de montárselo bien!

A ver, no. Casi nunca funciona así. Me gustaría que sí, pero no. Para ello hacer falta saber cómo.

¿De verdad crees que lo va a aprender en una masterclass gratuita? Eso suele terminar en la venta de un curso online de un iluminado que te desvela el secreto de hacerte rico en cinco minutos sin experiencia previa, desde cero y sin necesidad de inversión.

Amigo, eso sólo se aprende con la experiencia, y esa experiencia requiere mucho esfuerzo, mucho tiempo, muchos errores de los que aprender, y ni siquiera nadie te va a garantizar que tengas éxito.

Lo que sí te garantizo es que con esfuerzo y perseverancia conseguirás mejores resultados que con atajos.

Imagen de rawpixel.com en Freepik

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