El fin de semana pasado estuve en una celebración familiar en un pueblo del interior de Valencia, y se me apareció el espítitu de Dunbar con su número.
Como se lo anticipé a unos clientes muy mayores, éstos me pidieron que pasara a saludarles. Y lo hice. Son la típica pareja de ancianos adorables, se alegraron mucho de mi visita de cortesía. Nos enseñaron su vivienda con orgullo, una enorme casa de pueblo, limpia como una patena, y ordenada como el taller de un relojero.
Ella me dijo que su marido sabia hacer muy bien las cosas de hombres y ella las de las mujeres.
Sentí que en el Universo, por fin, había un punto de equilibrio, de profundo amor, respeto y cuidado recíproco entre un hombre y una mujer.
Bueno, que me voy por los cerros de Úbeda. El caso es que nos hicieron un rápido relato de sus vidas, su emigración a Francia, sus trabajos allí y aquí, el resultado de su esfuerzo, su profunda espiritualidad y, como uno sabe que se aprende más preguntando y escuchando que hablando sobre uno, salió de la lámpara mágica el espíritu de Dunbar.
Pregunté de dónde eran oriundos cada uno y ella, al decirme un pueblo de Cuenca, enseguida le dije un apellido muy común en ese pueblo. Sonrió y dijo que tenía familiares con ese apellido y le dije que yo además tengo un amigo – que tiene una joyería en Valencia – que también tiene familia allí.
Entonces, el marido, yergue su mano izquierda y nos muestra una sortija de oro, y me dice: «en esa joyería me la hicieron»
El mundo es un pañuelo, pero ¿cuáles son sus medidas?
¿Qué es el número de Dunbar?
El número de Dunbar es un concepto propuesto por el antropólogo británico Robin Dunbar, que sugiere que los seres humanos sólo podemos mantener alrededor de 150 relaciones sociales estables.
Estas relaciones incluyen amigos, familiares y conocidos con los que se puede tener una interacción significativa y emocionalmente satisfactoria. Este límite se debe a nuestras capacidades cognitivas y emocionales.
Sin embargo hay numerosos estudios al respecto que atienden al número de personas que conocemos, aunque sea superficialmente.
Según estudios y estimaciones en psicología social y sociología, una persona conoce de promedio entre 300 y 500 personas lo suficientemente bien como para saber sus nombres. Este número puede variar dependiendo del contexto social y cultural del individuo.
Y claro, si cada persona pregunta por alguien y pide a sus conocidos que pregunten por alguien, en cuatro tandas llegamos y sobrepasamos a toda la población mundial.
Pues 300 x 300 x 300 x 300, son 8.100 millones de personas.
La fantasía de las RRSS
Con la llegada de las redes sociales, esta teoría enfrenta un desafío significativo.
Plataformas como Facebook, Instagram y LinkedIn nos permiten tener cientos o incluso miles de contactos, o millones.
Sin embargo, aunque el número de conexiones aumenta, la profundidad y calidad de estas relaciones no siempre se mantiene. Pocos de los que nos vemos aquí nos conocemos de verdad.
Es como cuando éramos pequeños y mirábamos las enormes guías telefónicas de nuestra provincia, y sentíamos que podíamos encontrar a quien quisiéramos, pues constaba el nombre y apellidos de todos. Qué tiempos aquellos para la protección de datos de carácter personal.
Superficialidad en las Relaciones
En las redes sociales, las interacciones suelen ser superficiales, y sólo muestran la cara bonita de lo que realmente somos.
Los «me gusta», comentarios breves y mensajes ocasionales no fomentan la misma calidad de conexión que las interacciones cara a cara.
Esto puede llevar a un sentimiento de desconexión, a pesar de estar «conectados» con muchas personas.
El límite del número de Dunbar marca un cerco que nos recuerda que esas personas o “celebrities” que tienen millones de seguidores, tampoco son capaces de tener relaciones algo profundas que con más de 150 personas, y que quizás sólo un puñado de ellas les añoren cuando ya no estén.
Equilibrio entre cantidad y calidad, recuerda que tu tribu es la de Los Tuyos
Es crucial recordar que la calidad de nuestras relaciones es más importante que la cantidad. Aunque las redes sociales nos permiten ampliar nuestro círculo de contactos, debemos esforzarnos por mantener conexiones personales y profundas.
Pero seamos honestos, también fomentan el desplazamiento de las relaciones auténticas y personales por las virtuales, lo cual da una falsa sensación de contar con relaciones humanas cuando verdaderamente el sentimiento de vacío y soledad no para de hacer mella en la salud mental de muchos de nosotros.
Por eso, venera al espíritu de Dunbar, sé consciente de que tú y todos nosotros tenemos la capacidad de poder tener relaciones significativas con unas 150 personas, más o menos.
Fortalece tu círculo, llámalos, interésate por cómo están, qué sienten, en qué les puedes ayudar.
Esto no solo mejorará tu bienestar emocional, sino que también te ayudará a sentirte más conectado y apoyado, no virtualmente, sino de verdad..
La constante necesidad de mantenerse al día con una gran cantidad de contactos puede generar estrés y ansiedad.
Además, la sobrecarga de información y la presión por estar siempre disponible pueden llevar a un agotamiento emocional, haciendo que nuestras relaciones se sientan menos satisfactorias y más frágiles.
Los Tuyos somos todos.
Mi relevancia es del 0,0000000125% sobre la población mundial. Incluso aunque me creyera que soy el Jefe o el Chamán de mi pequeña Tribu de los Tuyos, sería el insignificante 0,000001875%
Creo que estas cifras nos pueden ayudar a encontrar nuestro verdadero lugar en el Mundo, ja, ja, ja…, con quién debes mantener una buena reputación, con los de tu tribu o con los de las RRSS
El número de Dunbar y la importancia de las relaciones nos recuerdan que, aunque podemos estar rodeados de miles de personas en las redes sociales, solo un pequeño grupo de ellas realmente importa en términos de conexión emocional profunda. En un mundo con más de 8 mil millones de personas, centrarse en las relaciones significativas es esencial para nuestro bienestar emocional y social.
Un toque de atención: tu tribu es renovable
Si una tribu es de 150 skinheads, o de 150 comunistas, o de 150 estafadores podremos ver claramente que no nos conviene pertenecer a una tribu como esas.
Pero lo normal es que en cada tribu haya de todo. Buena y mala gente. Listos y tontos. Trabajadores y vagos. Curiosos por el conocimiento o fervientes ignorantes practicantes, hasta unos cuantos poco de fíar…
No olvides que incluso en una tribu tan pequeña debes procurar estar más con los mejores y menos con los peores, incluso dejar marchar a los malos e incorporar a nuevos y buenos miembros de la tribu de Los Tuyos.
Todo esto conformará tu Mundo, recuerda también que lo semejante se atrae,
dime con quien andas y te diré… como te irá
Espero que hayas disfrutado pensando.
