Howard Gardner es un prominente neurocientífico estadounidense, psicólogo, profesor de Harvard y autor de la teoría de las inteligencias múltiples, y esto dijo en una entrevista: «Puedes vivir sin filosofía, pero peor».
En un experimento con ingenieros del MIT descubrimos que quienes no habían estudiado humanidades, cuando llegaban a los 40 y 50, eran más propensos a sufrir crisis y depresiones…. la falta de estudios humanísticos: Filosofía, Literatura, Historia del Pensamiento…
Usa la filosofía de forma constante, ayuda a salir de crisis vitales, y momentos en el que te planteas muchas cosas, la vida hasta ese momento y el resto de la vida… También es muy útil para la toma de decisiones.
Gracias a la filosofía y a nutrirme del pensamiento de los que me precedieron canalizo toda la energía de forma más correcta, primeramente para tener un diagnóstico tras una introspección dura y dolorosa (desmontando al Ego), luego para dibujar un mapa correcto, un paradigma vital útil y aplicable a la vida real, puedo decir, que soy muy feliz sin ser mi vida una vida «fashion»… desde el estoicismo hasta la asunción de la individualidad y el conocimiento de que la felicidad es un camino distinto para cada ser humano, siempre reconociendo que la vulneración de los principios universales, de las virtudes cardinales es inútil desoirlas, los atajos no llevan al lugar deseado, sino al opuesto.
En un mundo con tantos impactos publicitarios, con tanta ficción en nuestras vidas, donde la televisión nos lleva a creer que la vida fantástica de lujos y experiencias extraordinarias es lo que por ella se muestra, conviene reflexionar para no frustrarse y buscar en nuestro mundo interior todo lo que de verdad necesitamos.
Pero sin formalismos, mejor filosofar
Sin ser escéptico del todo en la moda de la meditación zen, sí que me parece una mandanga en general, y sobre todo un negocio de gurús de medio pelo, pues difícilmente aquietar la mente unos minutillos al día sean suficientes para llevar una buena vida.
Como ya pinto canas, prefiero el significado genuino de meditar que aprendí. Para mi meditar no es dejar la mente en blanco, si no todo lo contrario, pensar. Eso sí, de forma correcta, basándonos en datos, hechos objetivos, descartando las trampas del ego.
Pero, qué se yo, ¿verdad?
