Perdonen ustedes por el título. Pero uno que sospecha saber que la atención de los humanos está cada vez más cotizada he de recurrir al lenguaje disruptivo. Roza en lo soez, no lo negaré.
Ese título esconde detrás la duda sobre quién es ganador de la distopía ¿Huxley u Orwell?
El mundo feliz del primero se basaba en la sustitución de dolor, la incertidumbre y el esfuerzo por el placer, la seguridad y la comodidad o, un gobierno regido por el Ministerio de la Verdad (1984) del segundo, basado en la manipulación, la mentira y el temor.
Pues señores, tengo una mala noticia, la realidad supera la ficción, me temo que estamos enfangados en un híbrido pérfidamente perfeccionado de ambas profecías distópicas.
Infocracia, un régimen en el que estamos jodidos pero creemos estar contentos.
Byung-Chul Han, en el libro Infocracia:
“en contraste con la intocable telepantalla del Gran Hermano (1984), la pantalla táctil inteligente (nuestro smartphone) hace que todo esté dispuesto y sea consumible (placer). Así se crea la ilusión de la libertad en la “yema de los dedos”. En el Régimen de la Información, ser libre no significa actuar, sino hacer click, dar al like, postear.”…
… y añado: comprar, y comunicar de forma virtual sin llegar nunca a estar presente físicamente con aquel con el que crees hablar (WhatsApp, Messenger…).
El 99% de la población, nunca leerá este libro ni otros de similar temática y rigor intelectual, que sin perjuicio de que puede ser objeto de crítica parcial. No deja de ser imprescindible como manual de ciudadanía sana y consciente.
En su favor, les diré que en él van a encontrar las palabras, blanco sobre negro, que ponen voz a lo que ustedes ya perciben, ven o intuyen… algo no va bien.
En su contra diré, que no hagan mucho caso. Elijan la píldora azul de Morfeo. Si elijen la roja nunca más volverán a vivir adormecidos tras la ilusión de felicidad.
