El primo hermano del Tribunal Constitucional ni es Tribunal ni es imparcial, sino que es un órgano político.
Establecido en el Art. 136 de la Constitución Española, está regulado y desarrollado por la Ley Orgánica 2/1982, de 12 de mayo, del Tribunal de Cuentas…
El Tribunal de Cuentas de España es un órgano vital para la fiscalización de las finanzas públicas, cuya composición y proceso de elección de sus miembros están diseñados para garantizar su independencia y eficacia, (primer cuento).
Su función es controlar el gasto del Estado y todas las Administraciones Públicas, que curiosamente están gestionadas por los mismos políticos… ¿Qué puede salir mal?
Cada día los ciudadanos vemos el despilfarro, las majaderías, las obras inútiles, los sueldazos de los políticos, desfalcos que quedan impunes…, o quizás son imaginaciones mías, ¿tú que piensas?
Sólo salen las cuentas de este cuento si PP y PSOE se ponen de acuerdo.
Este tribunal está compuesto por Consejeros de Cuentas, cuya selección recae en las Cortes Generales, dividida entre el Congreso de los Diputados y el Senado. Cada una de estas cámaras elige a seis consejeros mediante una votación que requiere una mayoría de tres quintos. (Segundo cuento: un tribunal debería tener magistrados, no consejeros)
Los miembros del Tribunal de Cuentas son elegidos para un período de nueve años, asegurando así una continuidad en su labor fiscalizadora y una independencia frente a cambios políticos a corto plazo, (este es un cuento fantástico)
Este largo período permite a los consejeros desarrollar y aplicar políticas de fiscalización a largo plazo, fundamentales para el análisis y la mejora continua de la gestión de las finanzas públicas. (Esto más que un cuento es una comedia)
Ellos no tienen la culpa, cada cual trabaja en lo que puede.
Para ser elegido consejero, es necesario cumplir con una serie de requisitos que garantizan la competencia y la experiencia profesional de los candidatos.
Estos pueden ser:
- Censores del Tribunal de Cuentas —actualmente Auditores o Letrados—,
- Censores Jurados de Cuentas,
- Magistrados y Fiscales,
- Profesores de Universidad,
- funcionarios pertenecientes a cuerpos que exijan titulación académica superior,
- así como Abogados, Economistas y Profesores Mercantiles.
Todos ellos deben tener una trayectoria profesional de más de quince años y ser reconocidos por su competencia en sus respectivos campos. Lo cual no dudo, entre ellos hay perfiles profesionales buenos, algunos están en esta red, otros no, para lo suyo claro, pero no tanto para lo nuestro (nuestro dinero) pues el propio órgano carece de independencia.
Pues el quorum necesario para su elección (3/5 partes de Congreso y Senado) requiere ser del agrado del PP y PSOE, y no olvidar quién te ha colocado, eso es muy importante (este cuento no lo cuentan).
Piensa en los codazos y navajazos para llegar, y piensa en los que se quedan a las puertas, ¡qué decepción!, como la de Garzón para entrar en la Consultora Acento de Pepe Blanco (PSOE) y Alfonso Alonso (PP), curiosa alianza, ¡¡¡pelillos a la mar!!!
Pero no pasa nada, hay más puestos… resulta que hay más funcionarios metidos a dedo que por oposición, así lo denunciaba en 2013 el Tribunal Supremo…,
Y ojo, hay doce Consejeros, pero cientos de trababadores.
La prueba de acceso…
Antes de su elección, los candidatos deben comparecer ante la Comisión de Nombramientos del Congreso o del Senado para someterse a preguntas de los parlamentarios y exponer sus consideraciones, lo cual añade un nivel de escrutinio público y transparencia al proceso de selección. (este cuento entra en la sección de paripé).
¿Para cuándo una División de Poderes real?
Sin una equilibrada División de Poderes, en la que cada Poder (judicial, legislativo y ejecutivo) haga de contrapeso, lo que tenemos es una Partitocracia.
Hasta la fecha por lo menos nos ha permitido cierta alternancia, entre Guatemala y Guatepeor.
Aunque nos ha mantenido y nos mantiene engañados, con pseudo tribunales (ver) y pseudo democracia (ver).
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