Atrapados en la ilusión ¿democrática?

por Abel Marín

Si alguien piensa que con el breve y sencillo acto de votar va cambiar mucho las cosas vive es una fantasía.

Si uno piensa que basta con quejarse y protestar todo el tiempo van a cambiar las cosas, tampoco avanzará mucho.

Nuestro verdadero poder es silencioso y se llama: acto de uso y consumo.

El verdadero poder lo tenemos como clientes y usuarios de productos y servicios.

  • si no te gusta que Amancio Ortega sea rico, no compres sus productos,
  • si no te gusta que Messi y Ronaldo sean millonarios, no veas y te tragues la publicidad durante un partido de futbol profesional.
  • si no se gusta la industria del petróleo no uses el coche y abrígate más en vez de encender la calefacción en invierno y soporta el calor del verano (como fue toda la vida)
  • si no te gusta el poder de Google no lo uses.
  • si no te gusta el poder de los bancos, no pidas prestado su dinero, ahorra y paga con tu propio dinero.
  • si no te gusta la generación de basura, ves a comprar el pan con tu bolsa de tela.
  • Si no te gusta que un policía esté entretenido con su smartphone en acto de servicio, ves y dile que te molesta su falta de profesionalidad.
  • Si estás en una Administración Pública y ves al personal en largas conversaciones de índole personal en vez de atender su trabajo, quéjate directamente a esas personas, no pidas más financiación para contratar más personal.

Si no haces esas cosas tu calidad de vida no será la misma y eso no te gusta.

Y si no te gusta lo que estás leyendo es que no te gustas a ti mismo.

Usa los recursos de formas consciente, es la mejor forma de cambiar las cosas.

 

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