Tu guerra, la que importa

por Abel Marín
tu guerra

Sun Tzu enseñó que la guerra se gana con recursos. La vida también. Y tu enemigo más peligroso no está fuera: está en ti.

Los escribió en El arte de la guerra hace dos mil quinientos años. Y todavía no lo hemos entendido.

En su tratado dejó claro que una guerra no se gana con discursos ni con sentimientos. Se gana con dinero, con recursos, con logística. La guerra no premia la buena intención, premia la preparación.

Y aquí viene la parte que nadie te dice: tu vida es una guerra.

Y tu enemigo más peligroso no es el mercado, ni el gobierno, ni la competencia.

Tu enemigo eres tú.

Tu impulsividad. Tu deseo de aparentar. Y tu incapacidad para aplazar una gratificación. En definitiva, tus justificaciones y tus relatos para gastar lo que no tienes.

El ahorro personal no es un acto de codicia, ni una manía de abuelos. Es el arte de la supervivencia individual. Es tu escudo en un mundo que no va a dejar de golpearte.
El arma cuando tengas que hacer valer tu peso en la balanza.

Durante décadas de vida profesional he aprendido que el ahorro no solo cambia tu cuenta bancaria: cambia tu carácter.

Te enseña:

  • Templanza.
  • Fortaleza.
  • Justicia: porque aprendes a respetar lo que cuesta conseguir las cosas.

Y sólo si sumas conocimiento y muchas experiencia, alcanzarás cierta sabiduría. 

Quien tiene un colchón financiero negocia de igual a igual. Quien vive endeudado suplica. Y los que suplican nunca negocian: aceptan lo que hay.

En este mundo hiperconectado, infantilizado y adicto al crédito, ahorrar y ser dueño de tu tiempo es el nuevo acto de rebeldía silenciosa.

Recuerda:

la realidad no se compadece de nadie.
No le importan tus relatos.

La realidad es como el martillo de Thor: cae.

La única pregunta que importa es: ¿Sobre ti o en tus manos?

 

You may also like

Deja un Comentario

* Utilizando este formulario, aceptas que se queden guardados tus datos en esta web.